lunes, 21 de septiembre de 2015

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                       Mujeres zapatistas
Introducción
Eloísa (Ex integrante de la Junta de Buen Gobierno. MAREZ San Pedro Michoacán)

En nuestra zona nosotras como compañeras no participábamos, nuestras compañeras de s antes no tenían esa idea de que nosotras como mujeres podemos participar, teníamos el pensamiento de que nosotras las mujeres sólo servimos para el hogar o cuidar los hijos, hacer la comida. Tal vez será por la misma ignorancia que hay en el capitalismo que eso era lo que teníamos en la cabeza, pero también nosotras como mujeres sentíamos el temor de no poder hacer cosas fuera del hogar y tampoco teníamos ese espacio de parte de los compañeros, no teníamos esa libertad de participar, de hablar, como que se pensaba que los hombres eran s que nosotras.

Cuando estábamos bajo el dominio de nuestros padres no nos daban esa libertad de salir pues era mucho el machismo que se vivía antes. Tal vez no era porque los compañeros quisieran hacer así, sino porque tenían la idea que el mismo capitalismo o el mismo sistema nos metió en la cabeza. También el que el compañero no esté acostumbrado a hacer oficios dentro del hogar, cuidar los hijos, lavar la ropa, hacer la comida, es lo que dificulta que la compañera pueda salir a hacer su trabajo, porque al compañero se le hace difícil cuidar a los hijos para que su compañera salga.

Antes, las compañeras vivían bajo dominio de sus padres y como tenemos un respeto por nuestros padres, ellos decían si sus hijas podían hacer el trabajo o no, las mujeres no iban a donde querían hacer el trabajo. Si nuestros padres nos dicen “no vas a ir”, a veces le respetamos, porque tenemos en la cabeza que debemos respetar a nuestros padres. Hay veces en que nuestros papás no nos dejan salir, piensan que al sacarnos de nuestras casas no vamos a ir al trabajo que nos corresponde, sino que vamos a hacer otras cosas y después involucrarlos en problemas, piensan los papás que van a tener que arreglar nuestros diferentes problemas que tenemos como mujeres. A veces también ésa es la idea de nuestros padres o de los esposos de las compañeras que ya tienen pareja.

Pero después, cuando llegó nuestra organización, empezamos a ver las distintas áreas de trabajo que tenemos como organización del EZLN y empezamos a desempeñar diferentes trabajos como compañeras. Al principio nos costó un poco, no fue fácil, como tenemos en la cabeza que no podemos como mujeres se nos hizo difícil empezar como compañeras.

En nuestra zona al principio se empezó con la asociación de municipios, desde ese entonces participó una compañera, ahí estuvo representando esa compañera, casi la mayoría eran compañeros, pero esa compañera estuvo enfrentando el trabajo que le correspondía y esa compañera es la misma que fue miembro de nuestra Junta de Buen Gobierno, ella fue la primer mujer de nuestra zona que ocupó ese cargo, participó y estuvo el mismo tiempo que los compañeros que estuvieron ahí en  ese periodo de la Junta de Buen Gobierno, ell terminó su trabajo. Tal vez la compañera se sentía sola pero habíamos otras compañeras que no teníamos todavía el valor de participar, tal vez porque sentíamos que no teníamos capacidad como compañeras o porque no teníamos ese valor de
participar, de hablar, de decidir, de opinar, eso es lo que se nos hace difícil como compañeras.



En  otros  periodos  de  nuestra  Junta  ya  fuimos  s  compañeras las  que  trabajamos ahí. Pero también hay compañeras a las que las eligen para un cargo y están ahí, pero estando en el trabajo a veces se les hace difícil y piensan que no van a poder, se sienten incapaces de hacer ese trabajo, por eso algunas veces dejan tirado el trabajo y se salen. Sucede que también nombramos compañeras jóvenas, pero nosotros discutíamos un poco que al meter jóvenas en los trabajos a veces como jóvenas no se ponen responsables en nuestro trabajo. A veces estando dentro del trabajo las compañeras se  casan, si se va la compañera con un compa a veces le da la libertad que siga con su trabajo o que siga participando, pero a veces muchas de nuestras compañeras se han ido con los que no son compañeros, se van con los priistas o con otras organizaciones y ya dejan tirado el trabajo, aunque la compañera ya esté avanzada, aunque ya tenga esa participación como compañera.

Eso  sucede porque como compañeras desde un  principio no  hemos tenido ningún cargo más chico en nuestro pueblo, s chicos, como ser representante de compañeras o dirigir trabajos colectivos de compañeras dentro del pueblo. Entonces cuando las nombran en las distintas instancias de gobierno s altas, como el municipio, la Junta de Buen Gobierno, se nos hace difícil desempeñar ese trabajo porque desde nuestro pueblo no hemos agarrado esa práctica de participar. Cuando nos nombran a una instancia s grande para controlar un municipio o nuestra zona, se nos hace difícil desempeñar ese tipo de trabajo como mujeres, a veces por falta de capacidad o de no saber leer, escribir, eso hace que no podamos hacer bien el trabajo.

También hemos visto compañeras que tienen ese deseo de aprender, de trabajar dentro de las diferentes áreas de gobierno, esas compañeras han sacado adelante su trabajo. Aunque hay compañeras que no saben leer, no saben escribir, pero si están dispuestas las compañeras a trabajar sí sale adelante el trabajo. Nos hemos dado cuenta que compañeras que entramos con baja capacidad en el trabajo ya dentro del trabajo vamos agarrando el ritmo de cómo hacer los trabajos dentro de la oficina.

Decimos que no hay un libro donde nos guiemos cómo hacer la autonomía en nuestro gobierno, no hay un libro que nos dirija, vamos aprendiendo con el trabajo. Lo que nos cuesta como compañeras es aprender a hablar, a decidir, a opinar y a proponer cosas nuevas para que nos lleven a un camino nuevo. Pero  no estamos sin la participación de las compañeras, en las distintas áreas de trabajo en nuestra zona, así como en los distintos niveles de gobierno y en otras áreas como salud y educación, de por sí están participando compañeras. Ya tenemos compañeras en todas las áreas, aunque no al 100%, pero tenemos compañeras en las diferentes áreas.

Vemos que es gracias a nuestra organización del EZLN, que nos ha llevado por este nuevo camino, que estamos ahorita participando como compañeras. Nuestra organización hizo que como compañeras nos despertáramos, que nos destapáramos los ojos de dónde estábamos, que no era bueno cómnos  sentíamos incapaces de  haceel  trabajo, que  sí  podemos comcompañeras. Esto  hizo  que  como  mujeres  empecemos  a  desempeñar  cargos,  hemos  visto  que  en  ninguna organización de partidos políticos ni en una religión se ha dado este paso como el que nosotras llevamos aquí en nuestra organización.

Es así es como hemos participado como compañeras, ya tenemos compañeras en las diferentes áreas de trabajo, pero eso depende mucho de cada compañera porque no todas tenemos la misma capacidad de aprender rápido en el trabajo. Hay unas que nos cuesta aprender en el trabajo y unas que más rápido le agarran cómo hacer el trabajo. Hay muchas compañeras que nos cuesta para empezar en un trabajo, nos cuesta agarrar caminos nuevos como compañeras, como no estamos acostumbradas sí nos cuesta aprender, pero eso ya depende mucho de cada compañera y depende del interés que tengamos cada compañera para hacer el trabajo.

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Preguntas

¿Cómo hicieron para que participen las compañeras en el gobierno autónomo, quién motiva la participación de las compañeras en esa zona?

Desde  nuestra  zona,  desde  nuestra  Junta  de  Buen  Gobierno,  desde  nuestros  consejos municipales, se  han convocado asambleas de  compañeras y  compañeros municipales, se  han convocado asambleas de zona y ahí han participado compañeras y compañeros; desde ahí se empieza, desde nuestras autoridades que nos están representando como Junta de Buen Gobierno o autoridades municipales, desde ahí se le dice a los autoridades locales que promuevan en sus pueblos la participación de las compañeras. Nosotros participamos como autoridades locales desde nuestros pueblos, yendo a las reuniones de municipio, de zona y le decimos a los compañeros que al llegar al pueblo le den el espacio a las compañeras que ya son autoridades para que ellas primero empiecen a informar de lo que pudo aprender, lo que pudo escuchar en la asamblea, para que eso motive a las demás compañeras a participar. Pero eso empieza desde nuestras autoridades de las distintas áreas que tenemos ahí.

A veces pasa que ya estamos en el cargo pero no opinamos. ¿Esas autoridades comisariadas, agentas, participan como debe ser?

Hay  unos  pueblos en  donde las  compañeras sí  ya  participan junto con  los  compañeros. En los pueblos también se hacen reuniones, a veces son exclusivamente juntas de compañeras, nos reunimos puras compañeras para organizar trabajos colectivos dentro del pueblo, las compañeras los promueven los trabajos colectivos, pero también hay asambleas en que nos reunimos junto con los compañeros. Dentro del pueblo también las compañeras ya opinan, pero no el 100% de las compañeras tienen esa capacidad de participar, de opinar, estando junto con los compañeros vamos aprendiendo y escuchando de lo que los compañeros proponen, opinan, entonces cuando a nosotros nos toca participar también agarramos idea de los compañeros.

¿Opinan también las compañeras cuando resuelven problemas?

Hay algunos pueblos en donde sí las compañeras han definido algunos asuntos, donde tenemos un poco la baja participación es en los consejos municipales, hay compañeras que todavía no opinan. Igual en nuestra Junta de Buen Gobierno hay compañeras que han dado solución a problemas, hemos llegado ya hasta ahí compañeras que a veces que nos ha tocado dirigir un equipo dentro de la Junta de Buen Gobierno. Si llega un asunto para resolver, por ejemplo del área de justicia, no sólo el que lleva el área de justicia lo resuelve, el que encabeza el equipo dentro de la Junta de Buen Gobierno es la que dirige cómo resolverle o cómo darle solución a ese problema, pero participan los demás. Pero sí ya hay compañeras que pueden decidir en esos problemas y pueden darles solución.

Con toda sinceridad, nos podrían decir cómo andan en toda la zona, en los pueblos donde hay compañeras que son comisariadas y agentas. ¿Son mayoría ya? ¿En esas comunidades donde hay compañeras que son autoridades resuelven lo que sucede en una comunidad o es todavía que está aprendiendo?

La representación de las compañeras la tenemos ya en la mayoría de los pueblos. Lo de definir asuntos como autoridades solas todavía no tenemos en todos los pueblos, somos claras en decir que no en todos los pueblos se ha hecho eso, se hace junto con los compañeros autoridades. Cuando tenemos algún problema convocamos reuniones de autoridades entre compañeros y compañeras, para que se apoyen entre todos y para que así podamos aprender de lo que los compas hacen.

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¿Ese es un plan de ustedes ahí de toda la zona?

Sí, eso se ha dicho como zona, que las compañeras que no todavía no sepan resolver se apoyen con los compañeros, y eso hemos dicho también como compañeros, que donde las compañeras no pueden resolver un asunto también para eso están los compañeros autoridades, para que las apoyen.

¿Qué dificultades han tenido a la hora de nombrar a las compañeras en los pueblos y cómo resuelven esa dificultad? Por ejemplo si no acepta la compañera por algún motivo.

Eso de por sí nos ha pasado en el nombramiento de autoridades, a veces cuando nombramos a las compañeras dicen que no van a poder, por ciertos motivos a veces la compañera no acepta hacer el trabajo, pero lo solucionamos con las demás compañeras que están en el pueblo. Hay compañeras que aunque no sepan, que no sabemos leer o escribir, hablar, opinar, pero hay compañeras que sí se deciden porque han visto otras compañeras que participan, entonces se deciden a agarrar el trabajo dentro del pueblo. Pero sí nos ha pasado que hay compañeras que nos han rechazado el trabajo y por eso se les ha dicho a las compañeras que ya participan dentro del pueblo que motiven a las compañeras que no participan.

Dificultades de la participación de las mujeres en los trabajos

Nabil (Integrante del Consejo Autónomo. MAREZ Tierra y Libertad)

1.- Dentro de los trabajos que hemos venido realizando, conforme el paso del tiempo, fuimos encontrando dificultades que no nos dejaban realizar los trabajos en la lucha. En algunos pueblos no había o no hay el apoyo moral que algunas o muchas de nosotras, como mujeres que apenas estamos participando o tomando un cargo, necesitamos, mucho s si nos sentimos incapaces de ejercer el trabajo que nos toca. Otra dificultad es quizá el temor de equivocarnos en los trabajos que nos toca desempeñar, o el miedo de que los compañeros se burlen de nuestra participación, cuando por supuesto que todos empezamos desde abajo.

2.- Que quizá no había ese valor como para enfrentar o darle solución a un problema, aunque sea lo s pequeño que sucede en nuestros trabajos que estamos ejerciendo en la lucha. Quizá porque no había esa voluntad o ese empeño para desarrollar nuestra capacidad como mujer.

3.- Tener una fuerte cantidad de hijos, también eso provocaba que nosotras como mujeres no dedicáramos un poco s de tiempo a nuestros trabajos que nos corresponden en la lucha zapatista. Esta dificultad se hacía s grande cuando en la familia el compañero no tomaba la responsabilidad de cuidar y mantener a los hijos en el momento que la compañera salía y se iba a realizar los trabajos.

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Marisol (Ex integrante de la Junta de Buen Gobierno. MAREZ San Pedro de Michoacán)

La cuarta dificultad que encontramos como compañeras y que se ha enfrentado mucho en nosotras es el problema del estudio, el no saber leer y escribir. A lo mejor es porque no tuvimos quién nos enseñe, especialmente las compañeras que estaban ya grandes en el 94, cuando se inició. A veces se le da el cargo a esa compañera y lo primero que nos dice es “no sé leer ni escribir”. Tal vez tiene razón porque antes de 94 no había educación para nuestros padres.

Pero aun con ese problema hay compañeras que estamos haciendo el esfuerzo de participar. En los pueblos hay compañeras que no saben leer ni escribir pero sí se animan a tomar el cargo en compañía de otra compañera que sí sepa, como quien dice su secretaria, para que ella anote y la compañera lo poco que logre grabar en su mente con eso ayuda a la que escribió.

Tenemos compañeras en el Consejo que también están así, ya están participando y no sabe leer, pero con la otra compañera, o con los demás compas, se apoya y ahí está su participación. No podemos decir que no están haciendo el trabajo porque aunque no arreglen los problemas ellas solas participan en otros trabajos, por ejemplo, en nuestro caracol pasan turno las consejas y consejos en el centro, allí llegan las compañeras, pasan turno en el radio, en otros trabajos que se necesitan en el centro. Las compañeras sí están participando.

También en la Junta tenemos una compañera que no mucho, pero sí ya está avanzada la compañera, ella no sabe leer ni escribir. Estábamos todavía nosotras en el periodo de la Junta cuando a ella le tocó entrar, le ponemos atención, le mostramos lo que hacemos, le vamos enseñando lo poco que ella va a poder aprender, incluso empezó a escribir su nombre ella sola.

Ella sola se esforzaba queriendo aprender, porque  decía que veía letras, veía libros y decía que quería saber qué dice ahí. Entonces le decíamos, con otras compañeras, “así lo vas a hacer, compañera, así dice”. Es una experiencia que esa compañera está aprendiendo en el trabajo, ya se está animando con la ayuda de las otras compañeras, o en lo que no podemos enseñarle nosotras ahí está un compa. Ya le decimos al compa o la compañera:

– Pregunta tu duda con el compa – y así lo hace la compañera.

Ahorita esa compañera cuando queríamos sacar una copia en la copiadora, dice:

– ¿Vas a sacar copia?

– Sí, compañera.

Ah, voy a prender el motor.

Y antes en su casa esa compañera no sabía prender un motor, no sabía cómo llenar un motor de gas, esa compañera ya ahorita lo sabe hacer, y entró, como dice ahora que ya va a salir, que empezó de cero. Creo que sí podemos, el problema es que nos esforcemos. A lo mejor sí es muy necesario en parte saber leer y escribir, pero al tener valor para hacer los trabajos sí podemos ejercer nuestro trabajo como mujeres. Ahora esa compañera ya va a saber muchas cosas, para ella son muchas cosas diferentes a lo que estaba haciendo en su casa, lo que fue a aprender no lo sabía antes en su casa.

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Hay un pueblo donde se nombraron las nuevas autoridades, el equipo que salió ya cumplió sus tres años, en el equipo que salió hay varias compañeras y una de ellas no sabe leer y escribir pero va a venir a participar cuando le toque su tema. Ella dice que no le va a dar pena porque está aprendiendo y se apoya con sus hijos que saben leer  y con su esposo, con su apunte que le dieron, ahí se está grabando lo que va a decir, porque también lo está viviendo en el pueblo. Es así como estamos dando ese paso en el pueblo. También estamos viendo que no estamos decaídas porque nos estamos levantando entre unos y otras.

Otra de las dificultades que enfrentamos a veces es con los padres, porque a veces los padres tienen desconfianza en una, en que no vaya a hacer el trabajo. A veces no nos dan chance los esposos de hacer el trabajo, pero con las pláticas y como siempre se está exigiendo que haya compañeras en los trabajos, pues ya ellos también van entendiendo que sí es necesario que haya compañeras haciendo los trabajos.

Esa desconfianza tiene que terminar. ¿Cómo lo hacemos? En las asambleas de zona, con la Junta y el CCRI también, siempre se exige que haya participación de compañeras y eso tiene que ir como tarea. Cuando llegan los compañeros o compañeras al pueblo nos dicen que tenemos que nombrar compañeras para las áreas o trabajos donde las mujeres no están participando.

Por ejemplo, si hay un pueblo donde se nombra a las compañeras, entre hombres y mujeres se nombraban las trabajadoras, pero si las compañeras siempre dicen que no, que no van a poder, entonces buscamos otro método para que acepten el cargo. Hemos hecho reunión de puras compañeras, en una de ellas pasó que nadie quería tomar el cargo, estábamos buscando compañeras para las tres áreas y otros cargos, entonces dijimos que sea por lista, cuántas mujeres somos entre muchachas y casadas, vimos cuántas somos y se nombró por lista. Ahí se vio que a veces nos funciona eso de obligarnos entre nosotras, porque cuando nombramos una partera dijo:
Yo no voy a poder de partera, mejor voy a ser huesera. Cuando la nombramos de huesera dijo:
Yo no voy a ser huesera, mejor autoridad.

Cuando le dijimos, bueno, ahorita no vas a pasar pero va a venir tu turno s después. ¿Qué dijo la compañera?

– Quiero ser comisión de la autoridad o comisión de la responsable.

¿Por qué pasa así? Porque nos estamos obligando nosotras mismas a ver que sí tenemos que tomar un cargo. Lo que va pasando ahí es que entre nosotras nos tenemos que obligar un poco, nos van a nombrar involuntariamente, son pocas las que somos voluntarias.

También a veces tenemos el desánimo, no queremos tomar cargos porque sabemos que a lo mejor va a ser sola. Si me nombran yo sé que voy a ir en la Junta pero me siento solita porque mi pueblo no va a ir conmigo y quién sabe si allá hay compañeras. A veces hay pueblos que para resolver eso lo coordinan, nombran dos compañeras en una comunidad y entonces se van las dos a hacer el trabajo. Pero no siempre las dos tienen que salir, hay veces que una de ellas se queda, pero como a esa compañerita ya la fueron encaminando porque al principio iba con la otra, ya se anima a quedar solita.

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Ha pasado en dos ocasiones en la Junta que nombraron a las compañeras por cuadrilla, dos compañeras van a pasar en el turno de una, las dos van siempre a cada turno, pero una de ellas se casó, ahorita sigue la compañera participando, ¿por qué? Porque ya vio que dentro del equipo hay confianza, entre compañeros y compañeras agarramos confianza al estar ahí en el trabajo.
Ése es otro método que hemos buscado. Hay también otros pueblos que se han organizado para acompañar a las compañeras que nombran, por ejemplo si se nombró una compañera para el Consejo o la Junta, se va a ir a trabajar pero a veces tiene que caminar media hora, una hora, dos horas. ¿Cómo va a llegar ahí? El padre, la madre o la familia se van a cansar, entonces pasan turno las compañeras para irla a dejar a su carro o van por ella cuando va a llegar la compañera; la van a dejar, le dan compañía para que la compañera vaya a hacer el trabajo y no se desanime.
La otra dificultad que siempre tenemos las compañeras es con las diferentes lenguas que se hablan en la zona. A veces hay compañeras que dicen que no le entienden cuando no es su lengua, pero siempre a través de otra compañera le tienen que traducir lo que se está diciendo. Eso es lo que se hace, buscarle quién le va a traducir, porque eso es lo que a veces dicen, que no le entienden al castilla, pero se busca quién se lo traduzca. Así es como estamos viviendo las dificultades en nuestra zona.

Preguntas

¿Qué se hace cuando las compañeras rechazan el trabajo por las dificultades que se mencionaron?
¿Cómo le hacen para que se encuentre a la compañera?

Para resolver las dificultades se han hecho varias cosas, por ejemplo en la cantidad de hijos que tiene como compañeras, en los 47 puntos de prevención que tenemos en la salud tenemos un punto de planificación familiar. Se ha explicado a los compañeros y compañeras que no quiere decir que no van a tener hijos, pero que dentro de la pareja planeen cuántos hijos pueden cuidar, tanto el compañero como la compañera, para que ella pueda salir a desempeñar el trabajo que le corresponde como compañera y el compañero pueda atender los hijos que quedan dentro del hogar. También los compañeros han entendido que como mujeres tenemos ese derecho y ese espacio para participar, hay compañeros que quedan dentro de la casa a cuidar sus hijos y a la compañera le dan esa oportunidad o ese espacio para que ella pueda salir a hacer el trabajo.

En el temor de equivocarnos como compañeras, o en el apoyo moral a las compañeras, en eso se ha dicho como zona, como municipios, que también los compañeros nos animen dentro del pueblo cuando se van a nombrar autoridades. A veces dice la compañera:

No, es que no voy a poder. No sé escribir, no sé leer. Es que tengo pena para hablar. ¿Qué tal que no es como voy a decir?

Ahí le decimos a los compañeros y a las otras compañeras que ya participan, en vez de que le metan esa idea que no va a poder la compañera, que le animen, que le levanten la moral a esa compañera de que sí ella puede hacer el trabajo, que la animen, que le digan:

Es que al entrar ¿acaso vas a ir hacer el trabajo que te corresponde de por ? Vas a entrar para aprender. Estando ahí unos cuatro, cinco meses, le vas agarrando cómo hacer el trabajo, es como vas a ir participando.

Eso se ha dicho como zona, como municipio y dentro de los pueblos, que nos apoyen también como compañeros a animarnos a participar. Hay compañeras que nos sentimos que no vamos a poder participar o no vamos a poder hacer el trabajo, pero dentro de nuestra zona hay compañeros que nos animan y nos dicen:

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, compañera, vas a poder, lo vas a poder hacer el trabajo.

Así nos empiezan a animar los compañeros, es como nos levantan la moral como compañeras, que sí podemos como mujeres.

Decían que falta el valor de enfrentar los problemas, hablando desde el gobierno local, municipal,
¿cuáles son los problemas que la mujer no ha podido enfrentar? ¿Cómo hacen para resolver eso?

En  esa  dificultad nos  referimos  a  que  como  mujeres,  dentro  de  nuestro  trabajo  tenemos compañeras, ya sea Junta de Buen Gobierno, consejas municipales, autoridades locales, promotoras de salud, promotoras de educación, etcétera, que hemos enfrentado diferentes problemas en nuestro caminar, por x problema que enfrentemos como compañeras, pero hay compañeras que tenemos ese valor de decir “¿qué me pasó, por qué me desanimé de mi trabajo? Hay compañeros y compañeras que nos ayudan a resolver nuestro problema y seguimos adelante con nuestro trabajo.

Pero hay compañeras que nos sentimos mal, o sea ya escuchamos algo de  nosotras que están diciendo o vemos algo mal que topamos en el camino y nos desanimamos, no tenemos ese valor como compañeras de decir “¿qué es lo que me pasó? ¿Por qué me desanimé? Esas compañeras se van de su trabajo sin saber por qué dejaron tirado su trabajo. A eso nos referimos cuando decimos que no tenemos el valor de enfrentar los problemas dentro del trabajo que tenemos.

Al hablar a nivel Junta de Buen Gobierno, que en algunos casos han enfrentado y resuelto problemas
de justicia, ¿alguna vez han topado con un problema grave y cómo se resolvió?

Sí arreglamos problemas, desgraciadamente nos tocó a nosotros con otra compañera. Cuando pasamos como miembros de la Junta de Buen Gobierno sí topamos un problema que al principio nos estaba siendo difícil de solucionarlo. Nos llevó dos días para solucionar ese problema porque no teníamos esa capacidad para empezarlo a resolver, pero sí le dimos solución al problema aunque tardó, nos llevó casi dos días solucionarlo. Hubo otros casos que nos topamos, cuando hay compañeras que nos acompañan y tienen esa idea de cómo hacerle, de cómo darle solución, nos apoyamos entre compañeras, pero a veces nos topamos con un grupo de compañeras donde sólo una está opinando y las demás no opinan cómo hacerle, entonces pedimos apoyo con los compañeros que están al alcance en esos momentos, que nos echen la mano en apoyarnos para buscar la solución.

A veces que nos toca caso difícil, por ejemplo nos tocó un caso de asaltantes que nos los llevaron ahí amarrados, trincados esos asaltantes y decían que sí asaltaban y que son cabrones, y  en ese momento no había s compañeras que nos den idea cómo darle solución a ese tipo de problemas. Pero estando ahí dentro de la Junta empezamos a ver cómo hacerle, no teníamos idea de cómo darle solución, entonces buscamos un compañero que estaba al alcance para que nos apoyara en darnos idea de cómo hacerle. Sí pudimos solucionar ese problema con apoyo del compañero y en otros tipos de problemas, cuando hay compañeras que sí respondemos en dar opinión para resolver, sí hemos podido solucionar los problemas.

Ustedes como compañeras que ya pasaron como miembros del Consejo Autónomo, de la Junta de Buen Gobierno, ¿cómo han hecho para que no se pierda ese conocimiento, idea, experiencia que tienen de participar en esas instancias de gobierno? ¿Se ha aprovechado o desaprovechado su experiencia?

Hasta ahorita la mera verdad no nos hemos organizado como compañeras para transmitir esas experiencias e ideas a las demás compañeras. No hemos tenido ese alcance para compartir experiencia con otras compañeras, pero ya están dando clase con las demás autoridades, aquí vamos aprendiendo, a lo mejor cuando regresemos nos involucramos ahí para darle ejemplo a las demás compañeras.

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¿Cuántas compañeras hay de comisariadas y agentas en toda la zona?

Casi la mayoría de los pueblos tienen compañeras participando pero no tenemos un dato exacto, pero en el Consejo no ha habido mucha participación de las compañeras mujeres, se empezó a  promover s cuando hubo la ley de participación con los pueblos zapatistas. Empezamos a promover la participación de la mujer a nivel local, en los pueblos, municipios, desde ese tiempo, no recuerdo el o cuando hubo el encuentro de los pueblos zapatistas con los pueblos del mundo, es donde se empezó a promover a nivel zona la participación de las mujeres, se empezó a tratar de integrarlas a nivel zona, pero no se ha logrado totalmente.

Una pregunta, tal vez tonta la pregunta pero la voy a hacer. Allá en sus diferentes niveles de gobierno autónomo, ¿no han enfrentado problemas con las compañeras, lo que llamamos “problemas de falda”? Y si lo han enfrentado cómo lo han resuelto.

se han arreglado casos así. Nos llegó un caso, casi cuando entramos las dos, hicimos la agrupación como Junta y nos dejaron encabezando un equipo a las dos y nos llegó un problema de una compañera que se fue a quejar con nosotros porque la estaba maltratando su esposo. Es increíble y fue muy feo para nosotras, decía la compañera, “quiero la separación de mi esposo”,  pero ese ex compa ya tenía otra esposa. Estuvimos viendo cómo está el problema. Llamamos a los hijos de la esposa primera y de la segunda y ahí empezamos a ver el arreglo, por eso se nos alar un poco. Vimos muy cabrón nosotros, porque pensamos que sólo la golpeó, pero no, el canijo señor ese colgó a la compañera de los pies hacia abajo y ahí le pegó, igual junto con otros dos de sus hijos, y nosotras tuvimos que ver ese arreglo.

¿Cómo le dimos solución? La compañera pedía separación, entonces lo hicimos repartiendo los bienes del señor. Los bienes pasaron a la primera esposa con los hijos porque el señor estaba ofendiendo, pero no lo dejamos en cero porque la segunda esposa ya tenía también un hijo grande, entonces le dejamos al otro hijo una parte, pero no al señor. Todos sus bienes los repartimos, es como le dimos solución, le dimos su derecho a esa compañera que se fue a quejar con nosotros.

¿Qué  pasa  cuando  las  compañeras,  como  integrantes del  gobierno autónomo,  llegan  a  tener problema con un compañero de su mismo equipo? Eso en algunas partes ha sido una de las causas que  impide la participación de las compañeras.

Eso de por sí creo que en cualquier parte pasa. En una ocasión pasó en nuestra zona, lo que se hizo ahí, como vimos que no estaba tan grave, se les llamó la atención. Y en otro caso un compañero quiso faltarle al respeto a la compañera, lo castigamos al compa entre nosotros, quedó fuera de su trabajo el tiempo de castigo. Pagó su castigo en la zona pero fuera de la oficina, no era autoridad esos días, y claro, se le llamó la atención. Quiso completar su trabajo y tuvo que volver a retomar después de su castigo. Es lo que se ha hecho entre nosotros.

Como Junta ¿dejaron así nada s al aire esos problemas o hubo una iniciativa sobre qué hacer si
se presentan esos problemas en el futuro?

Se le dio solución entre nosotros, pero no hubo otra iniciativa, nada s se dio a conocer a la zona, no hemos planeado algo s sobre eso. Hay un reglamento para la Junta pero no está ese punto.

¿Es que no debe estar en el reglamento?

No se puso en el reglamento porque pensamos que entre nosotros no iba a pasar, entramos como equipo y con la confianza entre todos, pensamos que somos compañeros y no se pensó si algún día va a pasar eso. Tenemos que reforzar s ese reglamento, ahora sí ponerle eso y pensar en los problemas que pueden pasar, para que el a que pasen ya tengamos hecho algo para resolver.

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¿Esos problemas no causan desánimo para el futuro de la participación de las compañeras?

A veces sí porque a la hora de que lo escuchan, nuestros padres o esposos dicen “no, pues eso es lo que vas a hacer y no quieren que las compañeras participen. Pero claro que otra vez levantamos la participación con el mismo ánimo de las compañeras, a quien le pasa sigue adelante y tiene que hacer su trabajo. Ese problema se le pasó a la asamblea para que esté enterada y ya así los compas van a estar sabedores de que todo se tiene que publicar al momento que pase. Sí se ve que es una dificultad pero por lo visto hasta ahora no se ha quedado así, siempre estamos para delante.

¿Ha habido algún pueblo que no tiene comisariada, agenta?

Por lo que se ha estado promoviendo de por sí todos tienen, aunque hay pueblitos de una o dos familias las compañeras de por sí que participan. Donde son chiquitos, si no tienen comisariada tiene un agente, siempre tiene que tener su comisariada también, está cubierto. Y hay regiones en donde hay una familia en los pueblitos, ellos se han unido para nombrar una comisariada o su autoridad, porque a veces hay que son dos o tres familias y de ahí tiene que salir el promotor de salud, de educación y la autoridad, el responsable local, entonces se unen y ahí nombran uno que va a traer el trabajo.

¿Cómo le hacen en los pueblos que son lejanos, donde hay uno o dos compañeros?

Ésos se tienen que unir donde vean s cercano, así se les dice, que donde sientan s cercano es donde se van a unir, si nada s está de por sí solo el compa, él es responsable. En la zona tenemos un acuerdo que a partir de 10 familias es obligatorio una compañera y un compañero autoridad. Si es una familia s chiquita, la familia va a determinar si nombra a un compañero o una compañera.

Tenemos el ejemplo que de por sí las compañeras hacen el trabajo, porque hay compañeras y  compañeros que son de una familia en pueblos chiquitos o familias de 10, y esas compañeras van a la reunión de municipio o de zona, ya no va el compañero. En el municipio y zona se dan los trabajos que hay que realizar como zona y al final nosotros como autoridades nos damos cuenta que los trabajos se realizan en ese pueblo, entonces nos dan a entender que sí la compañera va a hacer su trabajo.

Como compañeras zapatistas que se organizaron, ¿qué es lo que ustedes sienten y cómo se miran frente a otras hermanas que no están organizadas?

La diferencia cuando ya estamos organizadas se ve bien que cualquier trabajo se puede hacer. Se pueden hacer los trabajos cuando ya las compañeras estamos organizadas y cuando las  compañeras  no  están  organizadas  están  cada  quién  por  su  rumbo,  no  hay  un  trabajo. Como estamos organizadas ya vimos la diferencia en que vivimos, estamos viendo la diferencia que hay con las que no están organizadas, no es igual. Por eso nosotras como zapatistas, como mujeres zapatistas, nos sentimos bien porque hemos podido pasar todas las dificultades que nos presentan en la familia, en las comunidades y los demás problemas que se van presentando, por ejemplo que nos golpean, que nos violan o que vengan borrachos y nos maten por tantos golpes, eso ya no hay en nuestras familias.

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Gracias a esta participación hemos podido darnos el valor de enfrentar eso, le vamos a decir
a nuestros compañeros que no es justo que nos traten así. Pero con ellas, las compañeras que no están organizadas,  no es así; con ellas siguen esos maltratos, no tienen la palabra de decir que ya no, “ya no queremos”, ahí sigue la drogadicción, sigue el alcoholismo, sigue la violación, hasta ya escuchamos que hay prostitución. Eso ya está llegando a las comunidades y con nosotros en la organización no está así, por eso nos sentimos bien porque ya tenemos ese valor, ya tenemos esa idea que podemos decir que ya basta.

¿Las compañeras bases de apoyo pasan a ser también comisión de vigilancia en el Caracol?

No, porque no se ha hecho un acuerdo todavía en la zona, no han pasado. La participación de las compañeras en la comisión de vigilancia, de los pueblos, no hay por falta de promoción. Pero se inició una vigilancia, o apoyo para la vigilancia en los pueblos, por parte de compañeros del núcleo de resistencia, ahí sí hay participación de las compañeras.

Hablaban de que en el área de salud están fomentando la planificación familiar, ¿cómo lo toman las compañeras y los compañeros bases de apoyo? Porque parece que a veces eso es mal visto, en una parte por lo que la iglesia nos mete, queremos saber si ha habido malos entendidos o problemas sobre la planificación familiar.

En eso no hemos enfrentado problemas con las compañeras, es algo que se trabaja a través de las promotoras de salud de nuestros pueblos, donde no hay promotoras están los promotores de salud. Se les da plática a las compañeras, a los compañeros, de este tema y hasta ahorita no hemos enfrentado problemas, no ha pasado que las compañeras o los compas no lo entiendan o lo entiendan de otro modo.

Desde un principio se les habló claro a los compañeros y las compañeras, se explicó que no se les está prohibiendo tener hijos, sino que realmente se les está diciendo que planeen, por eso se llama planificación, que lo entendamos como compañeros que no es como lo que hace el gobierno, sino que es planear dentro de la familia. Eso hemos hecho que logren entender como compañeras y compañeros.

¿Cómo van con la Ley Revolucionaria de Mujeres, se ha cumplido o qué falta?

En cuanto a la Ley Revolucionaria de las Mujeres, tenemos que ser claras en que no nos hemos reunido como compañeras para analizar de lo que nos falta cumplir de la ley revolucionaria. Pero en estos tiempos que estuvimos trabajando para venir a presentarnos aquí, nos dimos cuenta que sí necesitamos trabajar s lo que es la Ley Revolucionaria de Mujeres, porque hay puntos que sí los estamos haciendo aunque sea en lo mínimo, pero hay puntos que no hemos alcanzado completarlos.

Entonces dentro de la plática que teníamos como compañeras, nos obligamos a decir que después de  todo esto que se está haciendo tenemos que convocar asambleas de autoridades municipales, junto con las compañeras locales de los pueblos y apoyadas con las regionales de nuestra zona, para empezar a ver lo que nos hace falta y otras tareas que nos quedaron como compañeras.

En estos trabajos que empezamos a hacer nos dimos cuenta que hay muchas cosas como compañeras que nos falta hacer, pero eso lo dejamos en otro tiempo, cuando regresemos a nuestra
zona para empezar a promover los trabajos que quedaron pendientes.